«Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. A estos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.»
1 Pedro 1:10-12 

Pedro nos remite a los profetas del Antiguo Testamento.

Recuerda a la Iglesia todo lo que han oído y aprendido de los profetas sobre el Mesías. Hay más de trescientas profecías del Antiguo Testamento sobre el Mesías que se cumplieron con la vida, muerte y resurrección de Jesucristo. Los profetas hablaron en nombre de Dios, señalando la salvación que vendría del Mesías – pero ellos no podían ver el cuadro completo. Buscaban y preguntaban cuándo y cómo sucederían estas cosas. Sabían que no se trataba de ellos mismos – esta profecía era un testimonio para aquellos que recibieran el mensaje de salvación en las generaciones futuras. Cuando recibes a Cristo y confías en Su gracia, estás recibiendo un regalo que cumple estas profecías, y estás viendo la culminación de lo que los profetas sólo podían imaginar.

Esto también nos recuerda que nuestra fe en Cristo no es sólo para nosotros. Así como los profetas no se servían a sí mismos, tampoco nosotros nos servimos a nosotros mismos. Cuando vivimos por fe en la obra terminada de Jesucristo, no tenemos idea de cómo Dios puede usar nuestra fe para señalar a otros Su amor y gracia.

El mayor impacto del reino en tu vida puede no ser lo que haces sino a quién crías, cómo das o con quién compartes el evangelio. No tienes idea de cómo permanecer en el evangelio durante una temporada difícil puede convertirse en un testimonio que lleve a otros a Cristo. Dios puede usar tu testimonio de fe para llevar a tus nietos a confiar en Jesús. Él puede usar tu testimonio para impactar a una familia en tu vecindario que luego puede tener un hijo que confía y sigue a Jesús y señala a otros estas buenas nuevas. Pedro nos está animando a vivir en la realidad de que cuando vivimos por fe, podemos ser usados por Dios de maneras que no podríamos imaginar.

El versículo 12 lleva esto un paso más allá al mostrarnos que «los ángeles anhelan mirar» nuestra salvación. ¡Esto es asombroso de considerar! Los ángeles no están contaminados por el quebrantamiento del pecado. Ellos tienen una perspectiva en la presencia de Dios que nosotros no podemos comprender completamente. Están comprometidos en la batalla espiritual que se está librando entre las fuerzas de las tinieblas y el reino de la luz y tienen un asiento en primera fila para presenciar el poder del evangelio cuando una vida ha sido salvada por gracia a través de la fe en la obra terminada de Jesús.

Los ángeles saben que no hay nada más hermoso que cuando una persona pasa de la muerte a la vida. No hay nada más hermoso que una resurrección. Nuestra salvación es tan hermosa y poderosa que los ángeles están asombrados. Si eres un seguidor de Jesucristo, tienes una esperanza viva que los ángeles anhelan ver.

Has resucitado de la muerte para vivir y los ángeles del cielo celebran tu vida en Jesucristo.

Así que ¡unámonos a la celebración!