Hubo un tiempo en la cultura del Sur donde se podría describir a alguien como ‘triste’, y la gente suponía que quería decir. Ellos sabían que estaban hablando de alguien que fue un irresponsable, perezoso, mentiroso, fulano infiel, lo siento así.
Ahora vivimos en una cultura donde realmente se glorifica el ser desvergonzado. Jerry Springer se popularizó. Él ha exhibido un montón de gente desvergonzada que verbalmente vomita toda su basura de su vida delante de varios millones de espectadores. Sus espectáculos y decenas de imitaciones han liderado el camino en la glorificación de ejemplos de desvergüenza. Así que nos sentamos allí y dejamos que la gloria fluya sobre nosotros. Quizás sea porque verlos nos hace sentir que somos superiores.
Pero hay otra manera. Jesucristo vino a salvarnos de nuestra desvergüenza. Cuando aceptamos su salvación y comenzar a seguirlo, él nos da un deseo de participar en su espíritu y carácter. Él nos permite reflejarle en nuestra vida mas que nuestra desvergüenza natural de nacimiento. ¿Por qué no acudir a él en la fe? Usted no se arrepentirá.