«A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.» – 1 Timoteo 6:17
La palabra de Dios nos dice: “mira; antes de hablar, antes de actuar, en todo lo que hagas, pregúntate, ¿Es esto lo que diría Jesús? ¿Es esto lo que haría Jesús? ¿Estará contento conmigo Jesús? ¿Es mi vida va a ser distinta y separada de la gente del mundo? ¿Van a poder decir que pertenezco a Jesús por lo que digo, por cómo actúo?» Ese es el reto que la palabra de Dios nos da hoy.
Pero ¿cómo podemos aprender a responder a esa pregunta clave?, ¿qué haría Jesús? Dios nos dice que estamos en remojo en la palabra. Estamos para leerla; estamos para estudiarla; estamos para meditar en ella; y estamos para vivirla. Deberíamos reunirnos con nuestros compañeros creyentes en el culto, para cantar himnos, cantar canciones de alabanza, cantar canciones espirituales. A través de la enseñanza y la predicación de la palabra Dios nos advierte a vivir para él, y estamos inspirados a través de la recopilación de culto y alentándonos unos a otros, cantar nuestras canciones de alabanza a Dios. Eso es parte del espíritu que estamos en el cuerpo de Cristo y es a través de ese espíritu que enteramos de cómo Jesús nos tiene lidiando con este mundo.