“Cercano esta Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu.” – Salmos 34:18
No es un pensamiento agradable, pero en diversos momentos en la vida muchas de las personas que amamos la mayoría van a morir- padres, cónyuges, amigos, hermanos, y, a veces, los hijos. Las estadísticas de la muerte son del 100%. Para todos los que viven, la muerte viene a su tiempo. No queremos pensar en ello pero es una realidad de la vida.
Cuando de eso se trata, tenemos que recordar las diferentes etapas de duelo, ira, depresión, la negación, y, finalmente, aceptación. Mientras pasas por estas etapas de dolor, aférrate a esos pensamientos:
- Es un proceso, no se puede apresurar, pero no dura por siempre.
- Con la ayuda de Dios, puede ser un tiempo de crecimiento. Si no conoces a Dios, conócelo.
- Busca la ayuda de otros. Todos necesitamos el apoyo de los demás para superarlo.
- Recuerda que el primer año es el más duro. No trates de tomar decisiones rápidas; date tiempo.
- Si al que amabas era cristiano, puedes vivir con la esperanza de que lo volverás a ver. Esto viene cuando tú, también, conoces a Cristo.
El dolor es duro, pero con la ayuda de Dios, y de los demás, tú lo puedes superar.