“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. – Filipenses 4:11
Unos de los más raros productos básicos en la sociedad es la felicidad. Los anunciantes quieren hacernos creer que su producto es la clave para encontrar satisfacción y felicidad. Los programas de la televisión refuerzan este mensaje y llenan nuestras casas con estas imágenes de cosas. Es como si esa “cosa” es esencial para nuestra felicidad.
La búsqueda de satisfacción en las cosas nunca logra la felicidad. Y es un hecho, solo conduce a una mayor insatisfacción. ¿Cómo podemos encontrar la felicidad? Al igual que tantas otras cosas, la felicidad es una elección y un resultado.
Un hombre que tenía, más dificultades en la vida dijo: “he aprendido a ser feliz aparte de mis circunstancias”. Fue el apóstol Pablo que dijo eso. ¿Como lo hizo? La clave la encontró en su relación con Jesucristo. Esa es la clave para todos. Todos tenemos la misma oportunidad de encontrar la felicidad. Es el resultado de nuestra relación con Jesucristo, nuestro Señor y Salvador. Esa es la clave para ser feliz.