“Porque el que es vencido por alguno, es hecho esclavo del que lo venció.” – 2 Pedro 2:19
Cuando leí la historia en el periódico New York Times, no lo pude creer: ¿un ciego que jugaba la posición de receptor en el fútbol americano?
Él jugó para la universidad Wofford durante la temporada del 2002. Él decía que corría sus patrones con mucho cuidado y que veía un punto oscuro borroso que venía hacia él. Hablar de vencer la adversidad. ¡Eso es increíble!
En una época de autocomplacencia y de una mentalidad de víctima, este jugador sobresalta como un ejemplo de trabajo fuerte y de perseverancia. Él aceptó y venció su adversidad y la usó como motivación en vez de excusa. Al hacer eso, este joven nos reta a cada uno de nosotros a no dejarnos vencer por nuestras limitaciones.
¿No serían todas nuestras vidas más realizadas y efectivas si siguiésemos su ejemplo? Eso puede ocurrir en cada vida con la ayuda de Dios. Con Dios como nuestra fortaleza, no nos miraremos a nosotros mismos como víctimas sino como vencedores. Jesucristo dijo “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”.