«y oyeron la voz de Jehova Dios que se paseaba en el huerto, al aire del dia, y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehova Dios entre los arboles del jardin.» – Genesis 3:8
A veces, a mis nietos pequenos les gusta jugar a las escondidillas con su abuelo. Cuando entramos por la puerta despues de un dia de trabajo, nuestro nieto me dijo que nuestra nieta se estaba escondiendo de mi. El me llevo al comedor donde estaba escondida debajo de la mesa. Era obvio que mí nieta se escondida ahi, pero yo podia verla. No hay problema. Fue un momento divertido. Ella penso que estaba bien escondida, y sin embargo era obvio que lo estaba.
Esto es lo que Adan y Eva estaban haciendo ese dia en el jardin despues de haber pecado. Los dos habian comido del arbol del bien y del mal – el mismo arbol del que Dios le habia prohibido expresamente a Adan que no comieran. Tenian vergüenza, y pensaron que podian esconderse de Dios. Bueno, una mala noticia: no podian esconderse de Dios. Nosotros tampoco.
No nos podemos esconder de Dios. El sabe y ve todo. Por lo tanto, si se siente culpable y cree que se puede esconder de Dios, no se engane, es hora de confesar sus pecados, pedir perdon, y estar dispuestos a vivir bien con el – con la fe en Jesus y lo que ha hecho por ti.
Dios nunca está lejos y El siempre esta buscandonos y quiere que usted y yo, vivamos la vida abundante en Cristo Jesus, su Hijo. Estoy tan contenta de que, en lugar de tratar de esconderse de Dios, tome la decision de seguirle. Si lo hace hoy? Su vida nunca sera la misma.