Tom Landry contó una historia de un capitán de un barco de guerra, ya era la media noche y vio a lo lejos la luz de otra embarcación que se acercaba frente a la ruta que estaba tomando. Mientras pasaba el tiempo más se acercaba a su posición y el capitán se puso en contacto con esta otra embarcación exigiendo que girará inmediatamente hacia el sur.

El capitán recibió una pronta respuesta diciéndole que no lo haría que Él debía girar inmediatamente hacia el sur. El capitán se puso furioso por esta contestación, y rapidamente llamo de nuevo diciéndoles que era un barco de guerra, por lo tanto, gire inmediatamente hacia el sur. Y la respuesta fue, está viendo y hablando un faro, gire inmediatamente hacia el sur usted.

En muchas ocasiones nosotros tenemos una actitud similar a la del capitán. Somos orgullosos delante de Dios. Ignoramos  la guía de Dios en nuestras vidas y lo que si sabemos que tenemos que hacer para vivir ordenadamente pero en lugar de cambiar y girar en lo que sabemos desarrollamos malos hábitos. Estos hábitos evidencian que estamos rotos por dentro.

Jesús es el faro en el puerto que está dándonos las mejores indicaciones para que no terminemos encallados en las rocas. Jesús nos advierte de los peligros, y nos guía hacia un lugar seguro. Ten el ánimo de confiar en Cristo, y pídele que te de una disposición de seguir su ejemplo. Esto te librará de muchos problemas. Haz las cosas más fáciles y convenientes para obtener mejores resultados, y esto es creerle a Dios.