«Pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas. Levantarán alas como águilas; correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.» – Isaías 40:31
Todos hemos considerado si estaríamos dispuestos a sufrir por Jesús, de incluso morir por Jesús. Para mí, estar dispuesto no era la pregunta difícil. Mi pregunta temerosa es: ¿realmente sería yo capaz de sufrir o morir por Él? Siempre encuentro esperanza en el hecho de que Dios prometió que siempre estaría con nosotros. Cuando llegamos a Cristo, Él nos llena con Su Espíritu y ese Espíritu del Señor será suficiente en el día de la crisis. Él no nos da fuerza hoy para la crisis de mañana. Él nos da fuerza para la crisis cuando llegue el momento de crisis.
Es comprensible que cada uno de nosotros traguemos en seco y digamos, «espero estar dispuesto» y entonces preguntarnos en lo más profundo interiormente si estaríamos dispuestos. Bueno, quiero que sepas lo cobarde, débil, y egoísta que soy, yo sé que no podía hacerlo por mi propia fuerza. Pero voy a confiar en que el poder del Espíritu Santo me dará fortaleza en ese momento de crisis, la fortaleza que simplemente no puedo imaginar tener en la actualidad.