EL PAPEL DEL ESPÍRITU SANTO: CONVICCIÓN

4 de marzo de 2011

“Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.”  – Juan  16:8

Seamos realistas, no importa cuánto nos esforcemos, todos nosotros tendremos que racionalizar todo tipo de plan malvado. Como mi padre ha dicho muchas veces, «Para muchas personas hoy en día, no hay tal cosa como el pecado, todo es explicable». El Espíritu Santo, va directamente al grano en este sentido.

El Espíritu Santo es un don de Dios para convencernos del pecado. Cuando no estamos en estrecha relación con Dios, el Espíritu Santo utiliza el intercambio o predicación de la palabra de Dios para convencernos de la necesidad del perdón y la salvación de Dios en Cristo. Si somos unos seguidores de Cristo, el Espíritu Santo mora dentro de nosotros para condenarnos cuando hacemos mal, y nos pone  la necesidad de hacer las cosas bien con Dios.

Conscientes de que la persona más miserable del mundo no es el cristiano. La persona más miserable del mundo es el cristiano que se rebela contra Dios, porque  ese cristiano está atravesando una guerra interior. Cuando el Espíritu Santo nos convence del pecado, él nos da un deseo interior de confesar nuestros pecados a Dios, a pedir perdón a aquellos que hemos ofendido. En este proceso, estas bien con Dios una vez más.

El Espíritu Santo está ahí para condenarnos, porque Dios nos ama y quiere lo mejor para nuestras vidas. Su convicción tiene que ver con el amor de Dios.