El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él. – Juan 14:21
¿Está Jesús diciendo, “tenemos que ganarnos el amor de Dios siendo buenos”? Recordemos que cuando estudiamos la Palabra de Dios siempre queremos estudiar las Escrituras a la luz de las Escrituras. No cabe duda de que somos salvos por fe solamente. Pero también es indudable de que la forma en que tenemos que probar que realmente somos salvos es cuán voluntariamente obedecemos a Dios. Pensémoslo de esta manera. No es como que a Dios no le gustan los niños y niñas malas, porque Dios ama a todo el mundo. Por ejemplo, como un padre amoroso, tú amas a tus hijos sin importa lo que hagan. Si son malos, tú aún les ama. ¡Pero cuando ese niño obedece constantemente lo aprecias todavía más! ¿Por qué? Porque ese niño está diciendo, » ¡Confió en ti lo suficiente para hacer lo que me estás pidiendo que haga!» La vida es mejor para ellos, y para ti, cuando lo hacen.
Es igual con Dios. Dios nos ama incluso cuando somos malos. Pero a Dios, seguramente, le encanta más cuando somos obedientes a Él. ¡Como Dios sabe que cuando confiamos en Él, realmente lo amamos. Y Él nos lo agradece, como haría cualquier Padre.