Toda palabra de Dios es digna de crédito; Dios protege a los que en él buscan refugio. No añadas nada a sus palabras, no sea que te reprenda y te exponga como a un mentiroso. – Proverbios 30:5-6
Vayamos a 2 Macabeos, Capítulo 12. Si eres nuevo estudiando la Biblia, lo vaya a encontrar en el último libro en el Antiguo Testamento. ¿Qué? ¿Qué no lo puedes encontrar? Bueno, es probable que eso se deba que ese libro no está en tu Biblia. Sólo puedes encontrar a 2 Macabeos en las Biblias ortodoxas o católicas. Entonces, tú pudieras estar preguntándote, si diferentes grupos de cristianos tienen diferentes libros en sus Biblias, entonces, ¿cuál es la Biblia correcta?
Aquí está la historia: En la Reforma Protestante (dirigida por un monje católico, Martín Lutero), hubo un llamado a la reforma teológica, moral y bíblica. La Reforma Protestante exigía que la iglesia regresara a la Escritura sola. Se había añadido varios libros al Antiguo Testamento. Esos libros fueron llamados “apócrifos”. La Reforma procuraba regresar al Antiguo Testamento original. Cuando le pregunté al rabino Shalom Lewis sobre los libros apócrifos, él dijo, “el pueblo judío considera los libros apócrifos como sagrados, pero no vinculantes y no están al mismo nivel de la Biblia”.
Como la Reforma Protestante se trataba de traernos de regreso al lugar donde confiáramos únicamente en la Escritura, entonces podemos entender por qué los reformadores protestantes no incluyeron los libros apócrifos en la Biblia que tenemos hoy. No permita que esto te sorprenda. Los apócrifos son escritos sagrados de los judíos, pero no es la Palabra Santa de Dios. Pero los 39 libros del Antiguo Testamento y los 27 del Nuevo son todos los mismos en las Biblias protestantes, católicas y ortodoxas. Esto significa que la historia de Jesucristo permanece idéntica, universal y eterna para todos.