«Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía. Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor». Hechos 11: 22-23
Mi padre es el mejor animador que he conocido.
Incluso a sus casi 90 años de edad, usted puede contar con él para que le traiga una sonrisa a la cara sin importar los desafíos a los que se enfrente. Ser un verdadero animador no es simplemente decir palabras bonitas que animan a alguien, sino la habilidad de hacer que una persona se sienta mejor consigo misma.
Bernabé fue un gran animador. En ese tiempo, la iglesia primitiva estaba enfrentando una severa persecución y muchos creyentes fueron dispersados. Huyendo de Jerusalén a ciudades tan lejanas como Chipre, Fenicia (Líbano) y Antioquía en el norte de Siria, la iglesia se extendió y se multiplicó a lo largo del camino (Hechos 11:19).
Cuando Bernabé, un respetado líder de la iglesia en Jerusalén, conoció a estos nuevos creyentes, se emocionó por todo lo que Dios estaba haciendo en las vidas de judíos y gentiles. Fue entonces cuando Bernabé les ofreció a estos nuevos creyentes el tipo de animo mas grande que alguien pudiera recibir. Les recordó que debían mantener sus ojos en Dios y caminar en Su voluntad, sin importar el costo o las dificultades a lo largo del camino (Mi paráfrasis). En otras palabras, Bernabé les impulso con valor para vivir para Jesús.
¿Necesitas que te animen? Tal vez aún no has respondido al Evangelio de Jesucristo. Al igual que la iglesia primitiva, usted también puede elegir creer que Jesucristo es el Hijo de Dios que pagó el castigo por sus pecados al morir en la cruz y levantarse de entre los muertos. Aférrate a las palabras de Bernabé y mantén tus ojos fijos en Jesús. Conocer el amor de Dios en Jesús, que es el mayor aliento que puedes recibir.