«Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová. Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto? ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto.» Éxodo 14:10 – 11a,12b
La vision en retrospectiva es mucho mas clara. Siempre es más fácil mirar hacia atrás a una situación con claridad, especialmente una vez que conocemos el resultado. Como aquella vez que tu empresa se redujo y tu trabajo desapareció de repente. En los meses siguientes, usted estaba consumido por el miedo y la incertidumbre. Sólo ahora, mirando hacia atrás, puedes ver cómo la experiencia te acercó más a tu esposa y a Dios, ya que no tenías otra opción que confiar en que Él te proveería. Y lo hizo, esa inesperada pérdida de empleo le dio el empuje que necesitaba para perseguir ese cambio de carre ra en una nueva industria. ¿Pero en el momento? Miedo, pánico, incertidumbre…el futuro era todo menos claro.
Cuando Moisés sacó a los hijos de Israel de su cautiverio en Egipto, se enfrentaron a una situación similar. ¿Confiarían en Dios para guiarlos a lo desconocido o permanecerian atrapados en el cautiverio egipcio? Conociendo la historia completa de cómo Dios milagrosamente los proveyó y finalmente los guió a la tierra prometida, es difícil imaginar a alguien que anhelase permanecer en la esclavitud. Después de todo, fueron abusados, maltratados y habían pasado años pidiendo ayuda a Dios. Pero en el momento, todo lo que podían ver era un poderoso ejército detrás de ellos y el Mar Rojo delante de ellos. En su temor, el dolor y sufrimiento conocido a manos de los egipcios era más atractivo que lo desconocido a lo que Dios les estaba llamando a entrar.
Afortunadamente, Moisés eligió confiar en que Dios proveeria un camino. Y el mismo Dios que demostró su poder ante Faraón en forma de diez plagas, partió el mar para que los hijos de Israel pudieran entrar en libertad. Sabiendo cómo termina la historia, es difícil imaginar a Moisés sucumbiendo a los temores del pueblo, pero poniéndonos en el lugar de Moisés, ¡Qué valor debe haber tenido para avanzar en la fe!
Todos hemos tenido momentos en la vida en los que nos enfrentamos a una elección: entrar en lo desconocido o dejar que el miedo te mantenga atrapado. ¿Hacia dónde está Dios pidiéndote que lo sigas en un camino desconocido? Para el seguidor de Jesús, seguir el llamado de Dios a lo desconocido significa confiar en Dios para llenar el vacío donde termina su fuerza, habilidades y sabiduría. Deje que Dios intervenga, porque si Dios le está pidiendo que se mueva, Él hará un camino. Puede estar seguro de ello.