3 RAZONES PARA LEER LA BIBLIA A PRIMERA HORA DE LA MAÑANA

29 de abril de 2024

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.»
2 Timoteo 3:16-17

 La Palabra de Dios nunca ha sido tan accesible. Eso no quiere decir que no haya culturas e idiomas que no tengan acceso a la Biblia; sin duda los hay, y deberíamos trabajar para cambiar esa situación. Sin embargo, la mayoría de nosotros no sólo tenemos un ejemplar de la Biblia en casa (o varios), sino que llevamos uno en el bolsillo que podemos consultar en cualquier momento.

Pero quizás la accesibilidad de la Palabra de Dios conlleva un descuido de la misma.

Después de todo, si usted nunca ha tenido que bombear su propia agua, no es probable que aprecie la maravilla de abrir un grifo y ver que sale. Lamentablemente, y a pesar de lo fácil que nos resulta, al menos en Norteamérica, leer la Biblia, no lo hacemos. Pero deberíamos.

Y no sólo deberíamos leer la Palabra de Dios, sino que quizás deberíamos leerla a primera hora de la mañana. Ahora, para ser claros, no hay (al menos que yo pueda encontrar) un mandato bíblico para leer la Biblia temprano en la mañana. Y puede haber circunstancias de la vida que impidan hacerlo. A pesar de ello, hay ejemplos en las Escrituras que señalan la lectura de la Biblia por la mañana como una práctica buena y sabia:

– » De mañana sácianos de tu misericordia,

Y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.» (Salmo 90:14).

 

– » Hazme oír por la mañana tu misericordia,

Porque en ti he confiado;

Hazme saber el camino por donde ande,

Porque a ti he elevado mi alma.» (Salmo 143:8).

 Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.» (Marcos 1:35).

En un mundo perfecto, todos dedicaríamos la primera hora de la mañana a la Palabra de Dios, meditando y orando sobre lo que allí encontramos. Pero eso es difícil. Es dificil. Y requiere mucha disciplina y esfuerzo hacerlo. ¿Por qué merece la pena?

Permítanme sugerirles tres razones:

  1. REORIENTA NUESTRA FORMA DE PENSAR.

Pablo nos recuerda que no debemos conformarnos al modelo del mundo. En cambio, debemos:

«…ser transformados por la renovación de vuestra mente». (Romanos 12:2).

Dicho de otro modo, no debemos pensar en las cosas como el mundo piensa. Debemos tener una visión diferente no sólo de Dios sino de nuestras circunstancias, nuestras familias, nuestro trabajo, nuestra provisión – todo. Los cristianos debemos pensar de forma diferente. Esta es la labor del discipulado: no se trata sólo de saber qué pensar sobre este tema o aquel otro, sino de saber cómo pensar sobre la vida en su conjunto.

Sumergirnos en la Biblia a primera hora de la mañana orienta nuestro pensamiento desde el principio del día. Nos ayuda a abordar los distintos retos, alegrías, tareas y todo lo demás desde la orientación correcta. Esta reorientación no es algo que suceda una sola vez, sino que sucede todos los días. O al menos debería.

  1. NOS PREPARA PARA LA BATALLA.

Si eres cristiano, entonces hoy vas a estar en una lucha. Es una lucha por la esperanza. Por la alegría. Por la satisfacción. Por la santidad. Y gran parte de esa batalla ocurrirá entre nuestros oídos. Cada día, podemos elegir si reconocemos la lucha que va a venir, o más bien, permitimos que venga sobre nosotros sin darnos cuenta.

Cuando elegimos leer la Biblia a primera hora de la mañana, estamos haciendo algo más que leer unos versículos; estamos reconociendo la realidad de la batalla mental que vamos a librar inevitablemente. Y nos estamos preparando con la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios, para que podamos estar preparados para cuando llegue esa lucha mental. Armados con la verdad de Dios, podemos luchar contra los pensamientos de orgullo, avaricia, desesperación, soledad y todo lo demás.

  1. NOS MUESTRAS NUESTRAS PRIORIDADES.

Sabemos, por supuesto, que la lectura de la Biblia debe ser una de nuestras principales prioridades como cristianos. Es la Palabra de Dios que se nos ha dado, y en ella tenemos la revelación de Dios sobre sí mismo y, por consiguiente, el conocimiento de lo que es el mundo y de quiénes somos en él. La Palabra de Dios es nuestro tesoro:

Pero una cosa es decir esto; otra cosa es sentirlo realmente. Y una de las formas en que demostramos la prioridad de la Palabra de Dios es dedicándole tiempo.

No es un libro cualquiera, amigos. Es el libro de Dios. Su Palabra. Sus promesas para nosotros.

Una de las maneras en que demostramos nuestra creencia en la naturaleza de la Palabra de Dios es leyéndola fielmente y haciéndolo como primera cosa en la mañana.