"En el principio creó Dios los cielos y la tierra." GENESIS 1:1
¿Cómo crees que empezó la vida? ¿Cómo se puso todo en marcha? Algunos creen que la vida evolucionó por casualidad; otros creen que toda la creación procede de Dios. Lo cierto es que ambas filosofías requieren mucha fe. Imagínese esto: uno de nuestros soldados en oriente medio hace estallar una mina y de la explosión sale un 747 perfectamente construido, listo para llevarle de vuelta a Estados Unidos. ¿Creería usted esa historia? Haría falta mucha fe. Sin embargo, se necesita esa misma fe y más para creer que toda la vida evolucionó por casualidad, porque toda la vida es mucho más compleja que un 747. El teólogo, autor y pastor R.C. Sproul llama al azar "la varita mágica que hace salir no sólo conejos de la chistera, sino universos enteros". En pocas palabras: El azar no tiene ninguna posibilidad. Mira a tu alrededor: el nacimiento de un bebé, las estaciones predecibles, la belleza de la primavera. ¿Tienes la fe suficiente para creer que ha ocurrido por casualidad? Yo no la tengo. Voy a apostar por Dios. Él lo puso todo en movimiento. Todo. Cada detalle. Todo.