La preocupación predominante de un cristiano es obedecer a Dios.

Lo hacemos porque confiamos en Él y lo amamos. Y si estamos en una situación en que la autoridad terrenal está presionando a desobedecer a las órdenes de Dios, tenemos que tomar una decisión: obedecer la ley de la tierra o la ley de Dios. Eso es lo que la desobediencia civil se trata. Pero hay que hacerlo en un espíritu. ¿Sabes una de las razones por las que Martin Luther King, Jr. era un hombre tan sorprendente que cuando fue detenido por desobedecer las leyes inmorales del hombre sobre la segregación, el estaba dispuesto a pagar el precio. Reconoció que si vamos a desobedecer a las autoridades del gobierno, no importa cuán corrupto este sea, tenemos que estar dispuestos a pagar la multa.

Si usted, como cristiano, está llamado a obedecer a Dios y desobedecer a una autoridad terrenal, no de quejidos y gemidos, exigiendo sus derechos y hablar de lo injusto que es !Acéptelo! ¡Gócese de ella! No estamos para estar enojados con los que injustamente nos tratan, estamos para amarlos. Estamos para perdonar. Nuestra actitud y el espíritu de todo es ser diferente, y ¡esto es lo que atrae la atención de todo el mundo! ¡Ellos se darán cuenta de que es realmente serio acerca de seguir a Jesús!

Eso es lo que Dios quiere que hagamos y así es como Él quiere que respondamos.