“¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino solo este extranjero?” – Lucas 17:18
Si vives en los Estados Unidos o estas familiarizado con algunas de sus fiestas probablemente te suene mucho la tradición del Día de Acción de Gracias. Esta fiesta es muy grande y tiene una gran tradición, pero sin duda alguna no deberíamos estar agradecidos sólo por un día al año. En ocasiones porque el ritmo de la vida es tan ocupado siempre no se tiene el tiempo necesario para decir gracias de una forma pensada y paciente. Sin duda, porque la vida corre tanto a menudo nos olvidamos de dar gracias.
Diez hombres con la temida enfermedad de la lepra, vieron a Jesús. Ellos caminaron una distancia muy larga para buscar una solución a esta enfermedad que te marginaba en aquellos años de la vida normal. Nadie les tocaba por el temor de ser contagiados, ellos fueron tratados como lo son hoy en día quienes sufren el SIDA.
Los leprosos le rogaron a Jesús que tuviera misericordia de ellos, y sin duda, Jesús la tenía y les sanó. Eso tuvo que ser un evento increíble de presenciar. Estos diez hombres estaban tan emocionados que se apresuraron a contarle a todos lo que había sucedido.
Pero uno de ellos regreso y tomo su tiempo para adorarle y agradecerle a Jesús personalmente. Solo lo hizo uno. Jesús le pregunto, “¿Ustedes eran diez? ¿Dónde están los demás? Así que vemos en este encuentro que Dios desea que respondamos en agradecimiento a sus muchas bondades.
En estas fechas no pierdas la oportunidad de dar las gracias a Dios por las bendiciones que Él trae a nuestras vidas. Familiares, amigos, todo tipo de ayuda para ir adelante viene del Señor.