Si están luchando con la infertilidad, deben tener especial interés en las historias de las primeras damas de la fe – Sarah, Rebeca y Raquel. Sarah tenía noventa años cuando Dios cumplió su promesa y ella concibió sobrenaturalmente a Isaac. Rebeca no tuvo a sus gemelos hasta después de veinte años de casada. Y Raquel luchó durante años para tener un hijo, mientras su hermana mayor, Lea, tenía muchos. Así mismo, muchos de los que luchan con la infertilidad pueden reconocer la enorme esperanza de estas historias, como también encontrar un gran punto de identificación en las primeras damas de la fe. Su lucha es su lucha. Y tenga en cuenta que cuando fueron finalmente capaces de tener un hijo, tuvieron un mayor sentimiento de agradecimiento por la bendición de Dios en sus vidas.
También es importante notar cómo para cada una de estas mujeres, la oración fue central. Fue una oración específica y contestada, cuando Dios trajo vida en el vientre estéril de estas mujeres. Y los hombres, presten atención al papel activo que sus maridos en oración a Dios rogaban para que fueran abiertos los vientres de sus esposas. No importa qué curso pueda tomar el tratamiento médico, no olvide lo más importante, orar y buscar la voluntad de Dios. Si él te bendice con un niño, recuerda que Dios es el dador de vida. Si no puede., Dios te dará la gracia para aceptar y ver con claridad sobre, si debes dar un piadoso hogar a un niño necesitado de padres a través de la adopción, ese es el camino que Dios te está llevando a tomar. De cualquier manera, Dios es el dador de toda la vida.