“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.
Ataques terroristas son a menudo descritos como una ‘gran tragedia’.
¡No lo es! Es MALDAD. Muchos tiroteos son a menudo llamados ‘grandes tragedias’. ¡No lo son! Es MALDAD.
Vivimos en un mundo tan preocupado de no ser legalista, que las personas tienen temor de llamar a lo malo por lo que es, MALDAD. El hombre tiene una naturaleza pecadora. Esto es tan antiguo como el jardín del mal. Cuando el hombre rechaza el reconocer esto, también se vuelve ingenuo sobre la maldad en nuestro mundo. A los liberales les encanta el culpar a la cultura, o a la pobreza, o a la falta de educación y oportunidades como los problemas principales. Y estos a menudos exacerban el problema. Pero el gran problema es el pecado del hombre, el cuál es la fuente de los actos malvados del hombre.
Pero…hay Buenas Noticias: Cuanto antes reconozcamos esto en nosotros mismos, más grande es nuestra oportunidad para la Victoria. Porque reconociendo nuestra naturaleza de pecado, la cual nosotros no podemos cambiar, nos guía a ver nuestra necesidad de un Salvador que nos cambia desde adentro, una vida detrás de otra. El nombre de ese Salvador es Jesús. El vino a morir por los pecados de todos aquellos que reconozcan sus pecados y vayan a Él en fe de arrepentimiento. Cuando esto ocurre en la vida de un individuo el mal es fuertemente golpeado.
Así que, paremos de llamar tragedias a los actos de maldad del hombre. Estos son maldad; y Dios los odia. Aun así, afortunadamente, Él nos envió a su Hijo para ser nuestro Salvador, que nos salvaría de nosotros mismos y nos ofrecería victoria y esperanza en un mundo de oscuridad.