“Él extendió la mano desde el cielo y me rescató; me sacó de aguas profundas.” – Salmos 18:16
Hay momentos en los que todos pensamos, “¡Creo que de esta no me libro, ahora sí me voy a hundir!” No importa cuán profundo estés, el amor de Dios está disponible. Él puede sacarte de las aguas más profundas.
No importa el problema que tengas, el amor de Dios es más profundo que tu problema. Puede que estés en una desesperación profunda, problema profundo, o bajo un profundo estrés. Puedes tener problemas profundos –problemas emocionales, problemas físicos o problemas financieros.
Aun así, todavía el amor de Dios es más profundo.
Corrie ten Boom y Betsy ten Boom fueron cristianas que vivieron en Los Países Bajos durante la segunda Guerra mundial. Ellas escondieron Judíos en su casa para protegerlos de los nazis. Cuando fueron descubiertas, no solo los judíos fueron aprisionados en el campo de concentración, sino que también Corrie y Betsy, permanecieron allí por el resto de la guerra.
Después de observar una atrocidad tras otra, Corrie le dijo a Betsy, “¡Este lugar es el foso del infierno!” Betsy contestó, “No hay foso tan profundo que el amor de Dios no lo alcance”.
En estos últimos meses, puede ser que hayas tocado el fondo. Tal vez está en el fondo financieramente y piensas, “¡estoy arruinado!” o, has tocado el fondo emocionalmente, o tu matrimonio ha tocado fondo, o estás teniendo problemas de salud. Estás frustrado, y piensas, “¡Estoy acabado!”
¿Dónde está Dios cuando tocas fondo? Él está justo debajo de ti. Él “… es tu refugio, y sus brazos eternos te sostienen…” (Deuteronomio 33:27 NTV).
Déjate caer en sus brazos de amor. Permítele sostenerte y sustentarte cuando no tienes otro lugar a donde ir.