«Hermanos mios, tener por sumo gozo cuando os halleis en diversas pruebas,» – Santiago 1:2
Una de las cosas que mi esposa Anne comparte con las mujeres en nuestra iglesia es como cada primavera algunas mujeres se estremecen cuando tratan de ponerse un nuevo traje de bano. El proceso les revela que estan lejos de estar en forma como ellas quisieran y, para algunas, esta revelacion es emocionalmente devastadora. Pero, Anne les recuerda que sus esposos las ven los 365 dias del ano. «No deberian preocuparse por la estacion de los vestidos de bano,» les dice. «Ustedes deberian preocuparse por como lucen cada dia que su esposo las ve.
El consejo de Anne se aplica igualmente para el esposo, como para la esposa. Todos debemos cuidar de nuestros cuerpos, no solo porque nuestro cuerpo es el templo del Espiritu Santo, no solo porque es mejor para nuestra salud y nuestro estado fisico, sino tambien, porque es mucho mejor para nuestros conyuges.