Da a tu siervo un corazón entendido para juzgar a la gente y discernir entre el bien y el mal. – 1 Reyes 3:9
Si usted tuviera un deseo, cualquiera que fuese, ¿cuál sería? Cuando era niño jugaba a preguntarme eso, si yo pudiera tener un deseo, ¿cuál sería?
Yo me quedaba callado mientras otros pedían dinero, una casa grande y una motocicleta. Y luego yo decía: “Yo deseo tener deseos ilimitados, me creía tan listo, pero al mirar atrás simplemente revelaba mi increíble egoísmo”.
Hace muchos años Dios le dijo a un Rey joven que pidiera todo lo que quisiere, que El se lo daría. ?Que oferta! Salomón encogió sabiduría para guiar y discernimiento entre el bien y el mal. Dios estaba complacido, pues sabiendo que podía pedir riquezas o una larga vida, no lo hizo. Así que Dios le concedió su deseo y también riqueza y una larga vida.
Pedirle a Dios por sabiduría es una sabia petición, porque la sabiduría siempre trae gran éxito y respeto de otros. El mundo es atraído a la gente sabía. Recuerda que Dios y su palabra son las mejores fuentes de sabiduría.