“Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al señor?” – San Juan 20:18
A lo largo de los siglos, el hombre ha especulado sobre la vida después de la vida. La Divina comedia de Dante trata de descubrirla. La ciencia médica moderna, se ha añadido a la especulación con su estudio sobre las experiencias de la muerte. Todo tipo de religiones ofrecen sus teorías.
Pero la mayor evidencia de vida después de la vida, se basa en la evidencia histórica de que Jesús se levanto de entre los muertos. El cristianismo es la única fe fundada por un hombre que murió y volvió a la vida. Ninguna otra religión hace esa afirmación.
Cuantas históricas apariciones vieron sus discípulos, y más de 500 personas a la vez y fueron escritas dentro de los veinte años del evento. Sus discípulos enfrentaron muerte y fueron mártires por no dejar de predicar Su muerte y resurrección.
La gente no muere voluntariamente por una falsedad. Lo único que detendría a la cristiandad en sus días, habría sido que las autoridades Romanas religiosas revelaran donde esta el cuerpo de Jesús. Ellos nunca lo hicieron. La mejor prueba de la vida después de la vida es la evidencia histórica de la resurrección de Jesús.