«Y harás lo recto y bueno en ojos de Jehová.» – Deuteronomio 6:18
Hoy mismo’s de la sociedad queda atrapado en el juego de la comparación. Es como los González parece ser el objetivo de muchas familias. Los niños comparar sus ropas y juguetes. Adultos comparar coches, vacaciones, y sus trabajos, mientras sonríe y acaricia el pueblo en la espalda.
La ética de trabajo y nuestra moral puede verse comprometida debido al hecho de que «Mi cabeza hace» o «Esta persona en la Iglesia hace.» Pero ustedes y yo sabemos que no es correcto. Muchas veces justificar nuestras acciones, porque estamos comparando el camino equivocado. La palabra de Dios nos da el nivel adecuado, todo lo demás será menor de lo esperado.
A veces la vida nos obliga a ser firmes en lo que creemos que es correcto. A veces tenemos que elegir entre la satisfacción inmediata, o auto-negación. A veces tenemos que tomar el camino opuesto, pues nuestro objetivo es agradar a Dios, no el hombre, ni siquiera a nosotros mismos. En el largo plazo, vamos a ser una mejor persona y ser bendecidos por hacer lo correcto.