“pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.”
2 Corintios 8:5b
Un cerdo y un pollo tomaron una tarde un paseo que los llevó cerca del Waffle House de su vecindario. Miraron arriba al aviso en la ventana que anunciaba el especial del día: Huevos con jamón por sólo $3.99 dólares. “Mira eso” -dijo el pollo- “Yo estoy involucrado”. “Es verdad, tú estás involucrado” –replicó el cerdo- “pero yo estoy comprometido totalmente.”
Lou Holtz, el famoso entrenador de fútbol de varias grandes escuelas, antes de una temporada, dijo de su equipo: “Ellos me recuerdan a un piloto kamikaze italiano que voló 50 misiones. ¡Él estaba involucrado, pero no comprometido!” En un equipo, en la oficina o en la iglesia, tenemos muchas personas que están involucradas, pero no tenemos suficientes que estén totalmente comprometidas, determinadas a finalizar su trabajo, sin importar su costo personal.
¿Y usted qué? Cuando se refiere a sus responsabilidades, ¿está involucrado o comprometido a dar todo por el bien de su equipo, del grupo y todo lo que lee concierne? Aún más importante, ¿está usted totalmente comprometido a hacer lo mejor para la gloria de Dios?