El Dr. Jack Kevorkian era bien conocido como médico dentro de su profesión. En una ocasión dijo, “no cumplir con alguna ley no importa, ya que yo sé lo que es correcto y haré lo que consideró que es lo mejor.” Kevorkian se preguntó así mismo: ¿No crees que en la tierra tiene que haber una autoridad superior que debe ser parte de nuestra existencia?  Su respuesta fue la siguiente: “Yo no sé nada, no se puede saber.” ¡Que sorpresa de respuesta! Todo hombre que no está sujeto a una autoridad, es un hombre realmente peligroso.

El hombre que ejemplifica esto claramente fue Adolf Hitler. Hitler se determinó en no rendir cuentas ante ninguna autoridad ni comité sobre los asesinatos producidos a 7 millones de judíos. Además, lo que es muy alarmante fue que el 73% de la población de Estados Unidos esta en pleno acuerdo con el pensamiento de Kevorkian (No podemos saber si hay nada así que no rendimos cuentas a ninguna autoridad). Estos números evidencian que una gran parte de la población esta de acuerdo que tienen el derecho de poder jugar a ser Dios. Cuando esto es así, entonces un hombre puede justificar todo tipo de mal.

Pueblo de Dios, ¡Despierta! Cada uno de nosotros estamos llamados a confiar en Dios, y no a jugar a ser Dios. Cuando jugamos a ser Dios, actuamos tal como pretende Satanás, y esta actitud no solo es malo para ti sino para todos los que te rodean.