«El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama desde temprano lo corrige.» – Proverbios 13:24
Por 25 años, la mayoría de los psicólogos de niño se opusieron a cualquier forma de castigo corporal, pero parece que ahora están empezando a reconocer que los azotes realmente tienen algunos beneficios. Por supuesto, la palabra de Dios nos ha dicho desde hace varios miles de años. Él es claro: si nosotros retenemos el castigo corporal a nuestros hijos, los odiamos. Pero si amamos a nuestros hijos, nosotros les disciplinamos constantemente. ¿Cuáles son algunas pautas para cuando se trata de dar nalgadas? Mantenga estas cosas en mente.
1. Dar nalgadas no debería tener lugar a menos que nuestros hijos han desobedecido intencionalmente las reglas dadas.
2. Darle de nalgadas nunca debe hacerse con ira. Y si las nalgadas las damos con ira, estamos obligados a pedir su perdón. Cuando hice este error con mis muchachos, yo les dije, mira, quiero pedirles perdón. Ustedes merecían que les diera sus nalgadas, pero me equivoque al hacerlo con enojo.
3. El pegarles nunca debe traer lesiones. El maltrato físico siempre está mal.
4. Las nalgadas son más de provecho de los 2 años a los 10 años de edad. Después de eso, pierden su eficacia y hay que tomar otros métodos.
5. Después de que un niño recibe unas nalgadas, asegúrese de decirle por que le pego, y hacerle sentir que si lo hizo es porque lo ama.
6. La disciplina a los hijos de Dios… (Hebreos 12). El claramente llama a los padres para administrar la disciplina, diligente y amorosamente y de manera que el niño aprenda a hacer lo correcto por su propia cuenta. Es bueno que los psicólogos estén captando lo que es bueno y mejor para los niños.