Hace poco leí que en el siglo XVII de un escocés llamado John Brown. Brown era un cristiano devoto que, debido a su fe, era visto con desdén por un aristócrata. De hecho, este aristócrata estaba haciendo todo lo que podía conseguir para no retractarse de su profunda fe. Incluso fue amenazado con asesinarlo delante de su esposa e hijos si él no se retractaba; Brown siguió negándose a retractarse de su fe. Así, que este aristócrata ordenó que le dispararan a John Brown , pero ninguno de sus hombres lo haría porque sabían que el hombre era inocente. Como resultado, el aristócrata caminó hacia John Brown, le disparó y lo mató a sangre fría. Luego se volvió hacia la esposa de Brown y dijo, «¿Qué opinas de tu marido ahora?» Ella lo miró y dijo tranquilamente: «Yo siempre he pensado muy bien de mi marido, pero ahora más que nunca …..»

Para el cristiano, la muerte no es de tener miedo. «Para mí, vivir es Cristo y morir es ganancia».