Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. – Gálatas 5:1
En 1776, George Washington reunió a sus tropas y les dijo que necesitaba a alguien para una misión altamente secreta detrás de las líneas enemigas. Y un joven de 20 años de Yale, se ofreció para la misión. Parecía que iba a tener éxito, pero cuando regresaba con los planes de batalla de los británicos, fue atrapado, entonces el fue detenido y condenado a ser ahorcado la mañana siguiente, mientras enfrentaba la ejecución, el dijo estas palabras conmovedoras: “mi único lamento es que solo tengo una vida para ofrecer a mi país.”
Un joven llamado Nathan Hale, estaba dispuesto a pagar un precio por la libertad. En otras palabras, lo que el hizo simbolizo lo que Cristo ha hecho por nosotros. Cristo pago el precio por nuestra libertad de la esclavitud del pecado. La libertad siempre implica un precio-lo que Nathan Hale hizo por América y del mismo modo, lo que Jesús ha hecho por nosotros. Nuestra opción es aceptarlo en fe y gratitud.