«Jesús le dijo: Yo soy el camino y la verdad, y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí.» – Juan 14:6
¿Alguna vez a luchado con su fe? Por supuesto que sí, todos luchamos. Permítanme compartir con ustedes un área con la que he luchado, con dudas sobre la existencia de Dios. Mira las primeras cuatro palabras de la Biblia, «En el principio Dios….» No puedo entender el concepto de inicio. Como ser humano, sabemos que todo comienza y termina, si no está Dios – Él siempre ha sido, es y siempre lo será. Simplemente no puedo entender eso!
Pero déjenme decirles por qué las cuatro primeras palabras de Génesis en realidad enriquecen mi fe. Juan 1:1 dice: «En el principio….» Tenga en cuenta el principio mismo del Evangelio de Juan, como usted ve este comienzo mismo de Génesis. «En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio con Dios. «Pero también leemos otro versículo, el versículo 14 de Juan 1. «Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.»
Que es el Verbo? La Palabra es Jesús, y la única razón que puedo creer en un Dios invisible es Jesús. Y cuando la lucho con dudas sobre la existencia de Dios y hacer frente a esas preguntas sin respuesta, como ¿de donde procede Dios? o ¿cómo podría existir siempre?, y vengo de nuevo a Jesús. Miro a su vida, Dios en la carne, y sobre todo, me veo en la evidencia de la resurrección de Jesús de entre los muertos. Si Cristo resucitó de los muertos, las reclamaciones bíblicas acerca de Dios son posibles. Si no lo hizo, la Biblia diría que los cristianos son sólo un montón de tontos.
Mi creencia en Dios se levanta y cae con Jesús, su vida, su muerte y su resurrección.