«y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.» – Mateo 5: 22b, 23-24
La palabra «Raca» es una palabra griega que es realmente difícil de traducir, pero básicamente significa «vacío, bueno para nada». Así que traducir: “tú bueno para nada” significaría que esa persona realmente no tiene nada que ofrecer. En otras palabras, son estúpidos. Pero mi mamá me enseñó a no llamar estúpida a la gente, así que por lo que he sido culpable (a través de los años) es precisamente de llamar a alguien «cabeza hueca”. (¡Ustedes saben, esas personas que tienen un túnel de viento o aire entre sus dos oídos!) Bueno, Jesús dijo: «Es pecado llamar a alguien ‘bueno para nada’. Y no sólo eso, el menospreciar a su prójimo de esa manera es un pecado similar al asesinato”. Y como si eso no fuera lo suficientemente fuerte, Él continúa diciendo: «Y cualquiera que le diga: ‘fatuo’, quedará expuesto al infierno de fuego.» La palabra griega utilizada para fatuo es la palabra «moros», de la cual obtenemos nuestra palabra» idiota». Entonces, ya comienzas a comprender la gravedad de lo que Jesús está hablando acerca del hecho de tener una actitud de arrogancia y orgullo que podemos llamar a alguien idiota y mostrar poco respeto por esa persona. ¿Se está alguien identificando con esto? ¡Yo sí!
Entonces, ¿qué podemos hacer para arreglar esto? En realidad es bastante simple.