UNA FRASE QUE CAMBIA TU PERSPECTIVA SOBRE LA DIFICULTAD

21 de marzo de 2024

«Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no solo que creáis en él, sino también que padezcáis por él…»  Filipenses 1:29

Hace varias semanas, tuve una conversación maravillosamente esperanzadora con una mujer mayor que ha conocido, y sigue conociendo, dificultades y sufrimientos importantes en su vida. Hubo una frase que utilizó que fue increíblemente poderosa. Una frase que puede cambiar, si la tomamos con fe, la manera en que atravesamos las temporadas de dificultad en la vida. Esto es lo que dijo:

«Dios me ha confiado esto».

Considera, por un momento, algunas de las otras frases que podríamos usar durante un tiempo prolongado de enfermedad, problemas, ansiedad o sufrimiento:

¿Por qué permite Dios que esto ocurra?

No sé qué debo hacer.

¿Cuándo terminará?

Seguro que usted podría añadir sus propias frases a la lista. Y cada frase es una expresión válida de nuestros sentimientos en un momento dado.  Sin duda, pueden y deben expresarse al Señor. Al mismo tiempo, la frase que ha decidido adoptar refleja una forma diferente y más madura de ver las cosas.

Es una declaración de corresponsabilidad. Una administración de la experiencia.

A menudo pensamos en la corresponsabilidad en términos de dinero. Y no nos equivocamos: la Biblia nos enseña que se nos han confiado fondos y que debemos administrarlos bien por el bien del Reino de Dios (Filipenses 1:29).

Pero este tipo de mayordomía es más grande que eso. Todos somos administradores de experiencias. Buenas y malas, cómodas y difíciles.

La palabra «concedido» parece la palabra equivocada, ¿verdad? Porque «concedido» parece indicar una especie de privilegio. Eso le da un nuevo giro a la dificultad, porque a partir de este versículo, suena como si en la mente de Pablo, el sufrimiento es algo que se nos confía.

Dios nos «concede» circunstancias en nuestras vidas… Debemos aprender de ellas, madurar y utilizarlas para consolar a quienes se encuentran en circunstancias similares: «¿Por qué me ha confiado Dios esta experiencia?».

¿O esta dificultad financiera?

¿O este cáncer?

¿O esta relación difícil?

O rellena el espacio en blanco ______________

No son sólo preguntas, amigos míos. Son preguntas que se convierten en declaraciones que reconocen tanto el amor como la soberanía de Dios en nuestras circunstancias. Declaraciones de fe en un Dios que está más allá de lo visible y de la experiencia, de confianza en un Dios que ya ha demostrado su amor por nosotros en la cruz de Jesús.

¿Y tú? ¿Puedes hacer estas declaraciones de fe?

¿Te gustaría?