VIVIENDO SIN TEMOR

18 de agosto de 2024

 «Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.» 2 Timoteo 1:6-7

El temor es un tema que nos impacta a todos de una manera o bien de otra.

El miedo al fracaso, al rechazo, a no estar a la altura, miedo a la muerte, a estar solo, miedo al sufrimiento… la lista podría ser verdaderamente larga. El miedo es algo con lo que todos luchamos de muchas formas si somos honestos con nosotros mismos.

Entonces, ¿qué podemos hacer sobre esto? ¿Hay alguna manera de vivir libres del miedo? Dios sabía que esto sería un desafío enorme para nosotros, así que a través de su Palabra nos habla directamente tratando el corazón del asunto. ¿Cómo podemos vivir siendo fuertes y valientes frente al miedo?

La respuesta se encuentra en nuestro enfoque. Siendo realistas, nunca habrá un momento en la vida completamente libre de razones para que no temamos. La vida es incierta; los miedos los puedes encontrar por todas partes. Estos miedos no tocan la puerta ni piden permiso para entrar porque tienen la llave. Por lo tanto, la pregunta que debemos hacernos es esta: ¿A dónde estás mirando? ¿Estás enfocando en todas las razones que tienes para tener miedo o estás enfocando en el Dios que nos dice, No temas?

Si colocas tu mirada en Dios entonces esto te llevará a experimentar su poder, amor y control. Los ojos fijos en otro lugar o cosa nos conducirán a la ansiedad, la incertidumbre y el miedo.  

Me encanta el lenguaje que usa Pablo: «aviva el fuego del don de Dios que está en ti.” Me recuerda a la imagen de una barbacoa. Cuando intentas encender el fuego, en un momento soplas sobre esas pocas brasas hasta que de repente esa pequeña chispa estalla en una llama.

¿Qué fuego es el que está creciendo en tu vida? ¿Una vida de miedo o una vida de fe? Fija tus ojos en Jesús y verás esos enormes fuegos de miedo y temor como comenzaran a disminuirse. No será porque se quiten todas las razones de repente para preocuparte, sino porque Dios es más grande que tu mayor preocupación.

La buena noticia del Evangelio de Jesucristo es esta: somos mucho peor de lo que nos atrevemos a decir en público, ¡pero somos mucho más amados de lo que jamás creímos posible! Jesús te ofrece el perdón que necesitas. Jesús te cubrirá con su gracia. Jesús te dará un nuevo comienzo si sólo das un paso fuera del miedo y das un paso en fe, si depositas tu fe en Jesucristo. Fija tus ojos en Él.