«Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.» – Génesis 2:17
Cuando Dios estableció las reglas de la casa para el jardín, le dijo a Adán que nadie podía comer de cierto árbol o la muerte sería el resultado. Pero Adán, con muy buenas intenciones, decidió que necesitaba algo más. Razonó que si una persona sigue esta regla adicional, él sería capaz de romper las reales órdenes de Dios. (No se puede comer la fruta sin tocarla). Le dijo a Eva ¡’No puedes comer ni tocar la fruta porque morirás!
Tal vez fueron palabras añadidas de Adán que dieron entrada a la serpiente a su apertura. El diablo fue capaz de desafiar la afirmación de que tocar la fruta podría causar la muerte. La lógica del Diablo pudo haber sido algo como esto: tocarla no te causara la muerte, entonces Dios mentiría sobre lo que pasaría si se comían el fruto. Adán utilizo palabras que sirvieron para convencer a Eva de que ¡Dios era un mentiroso! ¡Por eso el diablo fue listo!… ¡Es difícil argumentar en contra de las palabras de Dios pero bastante fácil de discutir con el legalismo del hombre!
Agregar a la palabra de Dios puede llevar a Dios a ser ridiculizados y los cristianos perder su credibilidad. Vamos a aprender de las acciones de Adán y reconocer la locura de la adición a la palabra de Dios.