“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.”
Gálatas 5: 22
¿Que significa ser como Cristo? Hablamos mucho sobre ello en la iglesia, pero, ¿Cómo se muestra esto de manera práctica? El apóstol Pablo describió la vida a semejanza de Cristo usando nueve características a las que la Escritura se refiere como el fruto del Espíritu. Este fruto contrasta una obstinada y pecaminosa vida sin Dios, con una vida que se basa y vive en la verdad de Jesucristo. Es la diferencia entre una vida enfocada en el “yo” con la vida que se enfoca en “Cristo”. Así que, ¿De que fruto estamos hablando?
- Amor: La definición bíblica de amor no tiene nada que ver con un sentimiento. Esta definición está basada en la decisión voluntaria de amar a una persona independientemente de si nos gusta más o menos, o de si estamos de acuerdo con ella. Determinamos amar a nuestro prójimo sin importar como nos sentimos. Somos llamados a amar.
- Gozo: El gozo no es una felicidad temporal porque la vida me va bien en un momento dado. El gozo que se encuentra incluso en las dificultades y el dolor. No significa que vamos a disfrutar de las luchas necesariamente, pero que tenemos el gozo de saber que estamos cumpliendo la voluntad de Dios para nuestra vida.
- Paz: Es confiar que Cristo trae paz. Estamos finalmente reconciliados con Dios, y esa paz con Dios crea una paz que crece interiormente que nos mueve al deseo de estar en paz con otros.
- Bondad: El seguidor de Cristo está llamado a mostrar bondad a aquellos que los oprimen, los marginalizan, que están en desacuerdo con ellos. ¿Puede existir algún otro rasgo de carácter que sea más apreciado en otros que la bondad?
- Benignidad y Paciencia: La paciencia es soportar a aquellos que nos maltratan, y la bondad viene del reconocimiento de la gracia de Dios en nuestras vidas. Estas dos van de la mano porque a través de la verdad de Cristo podemos experimentar autentica benignidad que es paciente con aquellos que nos maltratan y oprimen.
Así que, ¿Cual “fruto” es más necesario en tu vida? No se trata de intentar. Se trata de pedirle a Dios que te transforme más a la imagen de Cristo y estos frutos vendrán.