“Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él? Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos.”
Si pudieras pedir a Dios cualquier cosa, ¿Qué seria?
Muy a menudo nuestras oraciones están enfocadas en el ‘yo’: ‘ayúdame en el trabajo’, o, ‘ayúdame en esta enfermedad’. Se trata de ‘mis’ necesidades, ‘mis’ heridas, ‘mis’ anhelos. No me malentiendan, esto es una parte importante de la oración. La oración es el dar estas cosas a Dios y pedirle que trabaje en nuestras vidas. Pero, si eso es todo lo que hay, estamos perdiéndonos una parte importante de la oración a Dios.
La oración a favor de otros, o de alguien a quien ni conocemos o que quizá nunca conoceremos es llamada la oración de intercesión. Algunas Iglesias tienen ministerios de oración de intercesión, en los cuales oran a favor de personas tanto de dentro como de fuera de la comunidad de la iglesia. Esto puede ser por individuos, por algún evento que se aproxima, o por grupos específicos de personas. Este tipo de oración es tremendamente importante para que cualquier iglesia o ministerio permanezca conectado a Dios y pueda expresar el amor de Dios por otros. El problema, muy a menudo, es que nuestros ministerios de oración están mas preocupados por mantener a creyentes enfermos fuera del cielo, que de mantener a los no creyentes fuera del infierno.
Abraham no tenía miedo de presentarse delante de Dios con peticiones audaces. Seis veces le rogo Abraham a Dios por misericordia en nombre de una gran ciudad destinada a la destrucción. Y Dios acepto, si tan solo se pudieran encontrar diez personas justas. Finalmente, la ciudad no fue perdonada, pero no pierdas el punto central: Dios respondió a la oración audaz de Abraham a favor de personas que Abraham probablemente no conocía y nunca conoció.
Mira las noticias, lee un periódico. ¿Qué peticiones audaces podrías hacer en oración a favor de tu comunidad, ciudad o nación? Quizás no conozcas todos los nombres o historias, pero puedes pedir con valentía a Aquel que si lo sabe todo. Porque, la oración más abnegada es pedir la misericordia de Dios y su bendición para las vidas de otros. La pregunta es, ¿Lo harás