¿DIOS SIEMPRE SANA?

13 de abril de 2023

«Al ponerse el sol, todos los que estaban enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.» Lucas 4:40

¿Por qué algunas personas se curan milagrosamente y otras no? Honestamente, no lo sé. Eso es sólo una parte en la que tenemos que confiar en el plan de Dios porque es más grande y más completo que el nuestro. Sin embargo, el concepto de sanación es difícil de entender incluso para el seguidor más fiel de Jesús. Entonces, ¿Cómo podemos entender mejor este tema?

Hace un tiempo, leí un fascinante artículo en “Christianity Today” del pastor y predicador británico Andrew White que trataba este tema de la sanación. White y su iglesia han sido testigos de algunas curaciones milagrosas a lo largo de los años y, sin embargo, a pesar de las innumerables oraciones que han realizado buscando la curación de sus propios hijos, los dos siguen siendo autistas. Aún así, White concluye que Dios siempre sana.

El pastor identifica cuatro maneras en que Dios escoge sanar:

  1. El cuerpo se cura a sí mismo debido a la manera en que Dios ha diseñado las complejidades del sistema inmunológico para trabajar dentro del contexto del cuerpo.
  2. Dios sana sobrenaturalmente de una manera que la ciencia médica no puede explicar.
  3. Dios usa la ciencia médica para mejorar el proceso de curación, como colocar un yeso en una pierna rota para que le ayude en el proceso de curación.
  4. La sanación del «abrir y cerrar de ojos» es la cuarta clase de sanación que White se refiere al nuevo cuerpo resucitado que se promete a todos los seguidores de Jesús cuando Cristo regrese a por su iglesia. Este será un cuerpo libre de enfermedad, dolor e incluso de muerte.

Andrew White ha llegado a la conclusión de que Dios siempre sana. La respuesta de Dios a las oraciones de sanación nunca es un NO, sino más bien un SI o un TODAVÍA NO (si usted es cristiano). Y así es como debemos abordar la sanación. Se trata de venir a Dios en fe y confiar en Él con los resultados que Él escoge para nuestras vidas. Dios siempre sana y por lo tanto, podemos confiar en Él.