«De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.» – 2 Corintios 5:17
Jesús ofrece verdadera libertad a través del perdón.
El autor Stephen Chbosky escribe en el libro convertido en película, The Perks of Being a Wallflower que, «Aceptamos el amor que creemos merecer.” En otras palabras, la forma en que nos vemos a nosotros mismos (nuestra identidad, valor y autoestima), tiene un gran impacto en la forma en que afrontamos la vida. Por eso puede ser tan difícil dejar completamente atrás nuestros pecados pasados, arrepentimientos, o incluso el daño que otros nos han hecho. Es mucho más fácil aferrarnos a nuestro dolor y equipaje de la vida, aceptando las etiquetas dadas por nosotros mismos y por los demás.
¿Recuerdas la historia de Oseas y su esposa? (Lee la historia completa en el libro del Antiguo Testamento, Oseas). Me pregunto si la esposa de Oseas corrió de nuevo a su antigua vida de inmoralidad sexual porque no fue capaz de abrazar plenamente el amor, la aceptación y el perdón de Oseas. Me pregunto si todavía llevaba el peso de su pecado y la vergüenza de su vida pasada inmoral, en lugar de caminar en la nueva identidad que Oseas le estaba ofreciendo como su esposa.
¿Alguna vez has estado viviendo la vida cristiana con esa carga? No importa lo mucho que lo intentes, no puedes deshacerte de la mentira de que no eres digno de ___(rellena el blando) amor, felicidad, propósito, valor, una relación sana…. ¿Por qué? Tal vez porque te equivocaste en el pasado y estás dejando que la culpa y la vergüenza te impidan seguir adelante en fe. Tal vez escuchaste esa etiqueta o declaración que se habla de ti tan frecuentemente que es difícil creer que algo diferente sea posible en tu día a día. Tal vez te han dado un portazo tras otro en la misma cara y has interiorizado ese rechazo, creyendo que realmente debe haber algo malo en ti. Y por lo tanto, no eres merecedor de recibir nada más sino lo que te viene.
Las buenas nuevas son estas, gracias al plan de Dios, no hay pecado o vergüenza o mentira que hayamos creído que sea demasiado grande para que el perdón de Jesús no lo pueda redimir. Jesús nos acepta como somos, donde estamos – cuando venimos a Él con un corazón arrepentido y un espíritu entregado. El nos cambia y transforma. 2 Corintios 5:17 habla de convertirse en una nueva creación – «lo viejo se ha ido, lo nuevo ha llegado.” Ha quedado atrás nuestro pecado y vergüenza. La razón es porque Jesucristo ha pagado por ello en la cruz. Desaparecieron las mentiras que creíamos y desapareció la antigua identidad que llevábamos. ¡La nueva ha llegado! ¡Alabado sea el Señor! Jesús hace todo nuevo porque nos da vida nueva en Él.
Si has estado viviendo en el pasado, deja de vivir ahí, déjalo a los pies de la cruz. Ve a Dios en oración y pídele perdón por tu pasado, reconoce tu necesidad de que Cristo tome el control y agradécele por haber cuidado y perdonado ya ese pecado, y esa vergüenza, Él lo hizo en la cruz.
Haz que hoy sea el día en que finalmente des un paso hacia la completa libertad que ofrece el perdón de Dios. Gloria a Jesús.