ENFERMEDAD DEL CORAZON

22 de enero de 2017

«Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones.'» – Hebreos 3:15

Una vez leí acerca de un entrenador en la NBA que después de la fama decidió alejarse de Dios. Buscó llenar su vida y el propósito para ella en el budismo, zen, y otras religiones. Un día después de mucho tiempo asistió a la iglesia y sintió que el predicador estaba diciendo cada palabra que salía de su boca para él. Escuchó el mensaje de salvación, que tenía que arrepentirse y ser salvos por medio de la fe en Jesucristo.

El reportero preguntó: «¿Cómo debo responder a este llamado?

Esa pregunta llegó después de escuchar toda la predicación con un corazón endurecido, pero esas palabras de alguna forma estaban penetrando su ser. Al igual que él habían otras personas en la iglesia con la misma disposición de no querer ser impactados por la verdad de Dios, el pastor dijo las siguientes palabras; si oyereis hoy mi voz, no endurezcáis vuestros corazones.

Hoy es un día para que no endurezcas tu corazón, sino que permitas que Dios trabaje para que confíes en él y comiences a seguirle hoy y por siempre.