La imagen que nos ofrecen estos versículos es la de un pastor que lleva a sus ovejas cansadas de viajar y que acaban de pasar por una prueba figurada. Están hambrientas, tal vez acaban de escapar de algunos depredadores, y el pastor las lleva a descansar junto a praderas y aguas.

¿No te encanta esta imagen? ¿No te gustaría tener un lugar así en tu propia vida? ¿Un lugar en el que pudieras encontrar respiro y restauración en un mundo lleno de dificultades y caos? Hay algo en el agua que nos parece pacífico y refrescante.  Puede ser literal: un océano, un lago, una cascada. O tal vez podría ser figurado, cuando te sientas con un buen libro y una taza de café, o cuando haces una caminata de sábado por las montañas. Podría ser tan sencillo como desconectar de la tecnología durante un par de días. Sea lo que sea, deja que tu pastor te guíe hasta allí.

Aún más importante que nuestra necesidad de descanso físico o emocional es nuestra necesidad de descanso espiritual. Nuestras almas a menudo se encuentran en estado de agitación y necesitamos algo más que un escape físico: necesitamos una restauración espiritual.  El lenguaje del pastor que restaura nuestras almas se utiliza en todo el Antiguo Testamento para describir la vuelta de algo a su estado original. Y uno no puede dejar de recordar las palabras de Jesús en Mateo 11:28, donde dice: «Venid a mí todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar». Encontrarás descanso junto a las aguas de Cristo.

¿Necesitas descanso hoy? ¿Estás cansado y agobiado por las pruebas de la vida? Jesús, tu Pastor, desea restaurarte – para llevarte a Él. Pídele que te renueve con su Espíritu hoy.