TALENTOS

26 de julio de 2019

«Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.» – Mateo 25:21

Había un hombre rico que tenia tres sirvientes. Este hombre se iría de por un largo período de viaje y le dio a un sirviente cinco talentos, a otro le dio dos y al tercero le dio uno. Los talentos eran una gran suma de dinero, y este hombre rico le dijo a sus sirvientes, a los tres, que realizarán un buen uso de lo que el les había dejado, y tenía la expectativa que le generase grandes intereses y que los recogería cuando regresará de su viaje.

Esto es lo que hicieron cada uno de estos hombres con los talentos recibidos:

El hombre de cinco talentos duplico sus talentos a diez.

El hombre de dos talentos duplico sus talentos a cuatro.

EL hombre de un talento, por temor a perderlo, se negó a asumir ningún tipo de riesgo y lo dejo enterrado, escondido para que no ocurriera nada.

Cuando el amo regresó, escuchó el informe de los sirvientes y estuvo satisfecho con la inversión que hicieron quien recibió 5 talentos y dos talentos. Este hombre rico les alabo por igual ya que ambos obtuvieron más de lo que se les había confiado. Sin embargo, el hombre con un talento no obtuvo ningún beneficio, lo que hizo el maestro fue quitarle enojadamente a quien tenia un talento y se lo dio a quien había dado diez.

Jesús fue quién contó esta historia. El punto principal que él compartió fue que todos los hombres hemos sido creados iguales, y todos tenemos la misma responsabilidad para maximizar lo que hemos recibido por gracia de Dios. Los talentos provienen de Dios, porque toda buena dádiva viene de Él, y Dios tiene el deseo que nos pongamos a trabajar para que le demos la gloria a Él a través de las cosas que él nos ha concedido.