Se cuenta la historia de una mujer que limpiaba el mismo edificio de oficinas desde hace muchos años. Cuando se le preguntó cómo pudo soportar la monotonía de hacer las mismas tareas día tras día, ella respondió: «No es una rutina aburrida. Estoy trabajando para el rey y él está contento, (junto con otros) cuando hago mi mejor esfuerzo.» Esta mujer encontró el secreto de un trabajo significativo.

¿Y usted? ¿Cuándo fue la última vez que se encontró contento en su trabajo? La Biblia nos da una clave: «Todo lo que hagáis, hacedlo todo para la gloria de Dios.» Cuando trabajamos para el Señor y servimos a otras personas, cualquier trabajo honrado tiene un significado.

Todo depende de tu actitud. ¿Está teniendo un día de trabajo duro? Si es así, eso es probablemente lo que usted conseguirá. Pero si usted está planeando vivir este día para agradar a Dios y servir a su prójimo, usted puede ser sorprendido en cómo el trabajo pesado se sustituye por la alegría y algo placentero.