VIVIENDO Y DANDO CON GENEROSIDAD: Principio #4  

4 de febrero de 2023

» Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra.» – 2 Corintios 9:8  

Al continuar nuestro estudio sobre los principios bíblicos de dar, llegamos al número 4: Dios nos bendice para que seamos una bendición con los demás. Ahora, la «teología de la prosperidad» la gente salta sobre estos versículos (2 Corintios 9:8-11). Al sacarlos de contexto, desarrollan lo que se ha convertido en una falsa interpretación del Evangelio llamado el «evangelio de la codicia». En otras palabras, estos versículos han sido torcidos para enseñar a dar de una forma totalmente no bíblica. Es una mentalidad auto-enfocada, y orientada a la codicia que es completamente contraria a las enseñanzas de Jesús.

El VERDADERO significado detrás de estos versículos es acerca de ponernos en los zapatos de Dios. Si usted confía los recursos financieros a una persona que es un buen administrador del dinero, alguien que está aprendiendo a ser generoso en la forma en que Dios nos enseña a ser, entonces tiene sentido que se le confíen más recursos financieros a ese individuo. Cuanto más confianza tiene esa persona, más puede ser una bendición para los demás a través de una donación generosa. Ese es el significado detrás de estos versículos a menudo malinterpretados.

No es dar a Dios para conseguir beneficios para nosotros mismos. Se trata de dar a Dios y saber que Él nos bendecirá para que seamos una bendición -quizás incluso una bendición mayor- para otros en el futuro. Y aunque dar NO hace que alguien sea un seguidor de Jesús, dar generosamente y alegremente ciertamente demuestra esa fe.

Jesús dice en Mateo 6:21 «Donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.» En otras palabras, si deseas saber lo que es importante para una persona, echa un vistazo a su estado en la cuenta bancaria. Nuestras prioridades se revelan por lo que ocupa la mayor parte de nuestro tiempo y recursos financieros.

Jesús sabía que la mayor barrera para confiar completamente en Dios suele ser nuestra relación con el dinero. Y en la mayor parte de nuestras vidas, incluso en la iglesia, con demasiada frecuencia ponemos más confianza en nuestro dinero, trabajo o cuenta bancaria, que en Dios. Una forma de combatir esto es a través de la generosidad. Entonces, ¿Cómo vivirás y darás generosamente esta semana?